The voice in the oubliette

Por primera vez en sus casi 3 años, la Mariel por iniciativa propia, me abrazó fuerte fuerte, con toda la fuerza de sus brazitos, y me dijo "te quiero". Soy bien cursi: lloré. Y ella se fue a poner su piyama de corazoncitos. Y yo me quedé con el ojo de candy.

El miércoles me pusieron mi nueva rutina para este mes. Todo iba bien: menos abdominales, menos pesas, más cardio; hasta que llegué a la parte de trabajo de pantorrillas. Que me pone Mario en un aparato con cara de arado--by the way, clarito clarito me di cuenta que yo en ese aparato me veía igualita a los bueyes que jalan los arados-- y me dice "haz cuatro de 20, pero sin peso, así nomás porque vas empezando" Y yo acá pensando "que padriurix, SIN peso, ahoritita acabo con las 4 de 20" ¡Ni madres! El aparatoso aparato para pantorrillas pesa, así solito, como 15 kilos. Es una especie de vara doble que va sobre los hombros de las pobres víctimas e intenta aplastarlas, dejándolas sin más remedio que desgarrarse las pantorillas para tratar de elevar tremendo peso y poder ser libres. Yo caí víctima suya el miércoles. El jueves di clases 8 horas seguidas trepadísima en tacones. Para la tarde de ayer mis pantorrillas empezaron a encogerse como si es

Ayer el Mario decidió que era hora de trabajar bíceps. Hoy traigo brazos de T-rex. Después de dos horas de tortura bicepiana quiso ponerme a hacer más cardio, pero me escapé. Me temo que hoy mis fuerzas me abandonarán y encima, el pantalón que la semana pasada si me cerraba a duras penas hoy no me cerro. What the hell is wrong?

Me duele TODO todo todito todo desde ayer. Me duele: caminar, sentarme, acostarme, reírme, toser, estornudar, levantar los brazos, bajar los brazos... para acabar pronto: me duele moverme en cualquier sentido y dirección. Espero que para el fin de semana la dolencia general y la caminada de viejita octagenaria hayan mejorado.

...de mis personas favoritas , por que a pesar de que estás bien estresada por las calificaciones, te sales del trabajo para ir por mi y traerme de regreso al fin del mundo, o bueno, de Hermosillo. Bueno, tampoco nada más por eso, pero hoy me diste la excusa perfecta para decirlo.

Desde que dejé la danza, hace ya 7 años, inicié una batalla con mi peso. He intentado muchas cosas para bajar de peso, dieta, no dieta, pastillas, caminar, no comer...lo único que me funcionó realmente fue una rutina épica de ejercicios que me puso el Iván hace 2 años, pero como no la mantuve me fui de nuevo para arriba. La última de mis andanzas fue meterme a natación en la escuela, logré bajar 800 gramos.... en 3 semanas, así que decidí buscar otras opciones y de nuevo heme aqui, declarando la guerra a mi peor enemigo. Total que se me ocurrió la brillante idea de inscribirme en un gym porque eso de que la maestra de natación, que nunca se mete al agua, me diga constantemente que tengo problemas con la brazada, la patada y la respiración no es nada reconfortante. Hoy fue mi primer día y debo reconocer que más que hacer ejercicio físico , fui a ejecitar mi autoestima y mi autocontrol. Para empezar el "entrenador" Mario--joven, con acné, brazos de popeye y que le gust