Ya no quiero que me escribas
Tengo una amiga escritora. De esas que se escriben con E mayúscula. Tan mayúscula que la publican (en español e inglés), lee en FILs, da talleres, clases en universidad, va a congresos. No la presumo porque yo nada tengo que ver con todo eso que es ella. La admiro, eso sí, y siempre; porque es valiente. Es y siempre ha sido escritora en una ciudad letrada mexicana que es un muladar. Tengo una amiga E S C R I T O R A Así en puras mayúsculas. Porque es y siempre ha sido. Tengo una amiga escritora a la que desde hace más de una década le he pedido, medio en broma y medio en serio, que me escribiera en algo. Además de escritora, tengo una amiga santa: Pudo haberme dicho mil y un veces no... o amiga date cuenta. Pero no lo hizo, nunca. Su respuesta siempre fue una especie de "ay tú" entre risa y resignación a mis ilusiones de ser musa, y ponerse a revolotear en otra cosa. Me pensaba y me creía tan poca cosa que, pedirle eso a ella era mi manera ...