Get on your dancing shoes

Voy llegando al Centro de las Artes y puedo sentir mi corazón acelerándose poco a poco.
"Todavía es temprano" pienso "me da tiempo a calentar".
Cinco años sin pisar los salones es mucho tiempo. Estoy nerviosa. Esta vieja mula ya no es lo que era.

Llego al salón grande y me sorprende encontrarlo igual que la última vez que estuve ahi. La luz, los espejos, la duela, la barra... es justo como lo recuerdo.
Hay unas chicas estirando en el suelo. Una escena típica a lo largo de mis 10 años en ballet. Me miran extrañadas. Seguro piensan "¿Y está que hace aqui?". Asi que muy resueltamente les pregunto si es la clase de 6 a 8. Todo el tiempo estoy pensando "no puedo creer que se igual". "Acondiciiiiiionamiento fíiiiisico" responde una, la que me ve con más cara de fuchi, al tiempo que me recorre de arriba abajo con la mirada.

Sonrío, le doy las gracias-y la espalda- y dejo mis cosas en el suelo, donde siempre se dejan. Me quito los zapatos, saco mis viejos zapatos de danza de la bolsa y me los pongo. Están gastados y golpeados, pero después de cinco años siguen estando cómodos.

Entro a la duela, escojo un lugar para empezar a estirar y me tiro al suelo. No me miro ni una vez en los espejos, ni miro a las chicas estirándose por todas partes. Mientras me estiro no dejo de repetirme "Yo puedo hacer esto, fueron diez años, diez, de entrenamiento, yo puedo hacer esto" No quiero reconocer lo nerviosa que estoy, tengo la mirada fija en un punto perdido del espacio. Ya han pasado 10 minutos y la maestra no aparece y cada vez llegan más chicas a la clase.

"Yo puedo hacer esto, fueron diez años, diez, de entrenamiento, yo puedo hacer esto. Yo puedo hacer esto, fueron diez años, diez, de entrenamiento, yo puedo hacer esto"Yo puedo hacer esto, fueron diez años, diez, de entrenamiento, yo puedo..."
"Dime que eres la Galicia!!" escucho de pronto y cuando volteo veo a chica joven y guapa venir hacia mi. Cielo, se llama Cielo. Una vieja compañera de danza. Es ella pero no es ella. Se acerca a mi y me abraza, parce genuinamente alegre de verme. Las otras chicas nos voltean a ver. Parece que no pueden creer que me conoce.

Es ella pero no es ella. Sonrio. "Cielo! la última vez que te vi eras una niña"
Se le ilumina el rostro "Ya sé, cuando dejé la danza tenía 15, pero no la dejé mucho tiempo, regresé a los 3 años, y tú ya no estabas."
"Yo la dejé 5, dos años después que tú y ya ves lo que me pasó" le digo mientras sonrío, cada vez más consciente de mi peso

Cielo me mira, sonrie y me dice que no es para tanto, me pregunta por las demás compañeras del CID, Mónica, Alma, Regina, Alba. Dice que tiene ganas de verlas, estuvimos juntas 5 años después de todo. Me cuenta que ahora es maestra en la Unison y que está por empezar la maestría y yo en lo único que pienso es en que cinco años si son mucho tiempo. Yo siempre fui la mayor de nuestro grupo, y al verla me siento vieja derepente. Siento el peso de mis 25 años colgando de mis lonjas. Era una niña la última vez que la vi.

Mientras hablo con Cielo veo entrar a Raquel, una excelente bailarina, se ve exactamente igual que hace 5 años, y recuerdo cuánto quería llegar a ser tan ligera como ella, con esos movimientos tan delicados y gráciles, pero sobre todo cuánto le admiraba y envidiaba su elasticidad. Siempre fui más fuerte que elástica, especialmente a partir de la tendonits que tuve en mi tercer o cuarto año en danza. y Raquel siempre fue una liga humana.
Raquel se acerca, me saluda sonriente, me pregunta cuánto tiempo tengo sin hacer danza, le contesto y me dice "no te preocupes, lo que bien se aprende no se olvida"

Cielo y yo hablamos poco porque llega la maestra. La clase por fin va a empezar.

Nos acomodamos en la barras. Yo termino al final de una, la barra en la que siempre me ponía, hasta atrás, lo más alejada de la maestra. Me da miedo no poder aguantar la clase. Las clases de la profesora Matty siempre han sido pesadas.
A mi lado hay una chica alta, fuerte, delgada, elástica y muy segura de si misma. Me mira por el espejo y sonrie para sí misma.

La profe Matty explica la rutina y empezamos. Escuadra a la barra, diagonal, suelo. Espalda a la barra, lo mismo. Luego siguen los grand batmons 8, 8, 8, 4, 4,4, 2, 2, 2, 1, 1, 1 cambiando de derecha a izquierda cada vez más rápido. Ramases y cambres.

Acaba el calentamiento. La chica alta me mira de nuevo pero esta vez su sonrisa parece aprobatoria: inclina un poco cabeza hacia mi y sonrie de nuevo.

Estoy sudando como loca. Apenas van 5 minutos y ya estoy dudando si aguantaré las dos horas.
Empiezan los releves, los plies, los plies-releves. Grandplies y Grand releves. La profe nos hace soltar la barra. Respiro hondo y me suelto. Me sostengo en posición 5 segundos. Me saben a gloria. "Yo puedo hacer esto, fueron diez años, diez, de entrenamiento, yo puedo hacer esto"

La clase continúa, cada vez más pesada, doy lo mejor de mi y me observo constantemente en el espejo. Me preocupa no estar alineada correctamente, que mi cadera esté fuera de cuadro o mis hombros arriba y tensos. Sudo como cerdo. Parezco pollo en rosticería. Tengo la frente perlada en sudor y la cara roja.

Derepente me doy cuenta que la profe no me ha corregido ni una sola vez, simplemente se acerca y me dice "levanta más el muslo, hazlo con intención, tú puedes" y efectivamente, puedo.

Pero esta vieja mula ya no es lo que era. Tengo si acaso un cuarto de la fuerza que tenía. No hablemos de la elasticidad. Mis piernas no suben arriba arriba de mis hombros como antes, con trabajo llegan a las altura de mi cintura. Sobre todo la izquierda. Esta vieja mula, definitivamente ya no es lo que era.

De tanto verme en el espejo me doy cuenta de que soy una sola lonja, un barrilito sudoroso y jadeante que no se mueve con la relativa gracia de antes. Por más que mantengo el abdomen contraído me cuelga la panza. Los brazos se mantienen en alto pero parece que estoy hondeando un chorizo al viento.

Tenía años sin verme asi al espejo. Digo, si, todas las mañanas me veo al espejo pero es para ver que mi ropa se vea relativamente bien, un last checkup digamos. Pero es muy distinto tener espejos en todas las paredes y ver tu bastante gordito cuerpo tal como es. Tan sin censura. No sabía que tan grande se me ve el culo de espaldas! Terror! De repente no me reconozco, no hago juego con la imagen mental que tengo de mi reflejo en los espejos de danza.

Media hora después de empezada la clase siento como tiemblan mis piernas. Me concentro, estoy decidida a aguantar la clase entera. Trato de no pensar en la abundancia de carnes que me traigo y me concentro de nuevo en mi colocación, mi plexo solar apuntando a donde debe, la cabeza erguida, abdomen metido, cadera alineada.

Sigo sudando, y estoy casi segura que saco la lengua a momentos, de tan concentrada que estoy.
"No dejen que les estorbe esa panza!!!!" grita Matty y por un momento la volteo a ver directamente a la cara y me sonríe. Parece que adivina lo que estoy pensando "Now that is going to be a little bit difficult for me to do you know". Las dos sonreímos.

La clase continúa, logro controlar la tembladera de mis fofedades y aguanto todo, contraciones de espalda, estiramientos, abdominales hasta que llega el momento de sentarnos y levantarnos bailarina style.
20 dice Matty y se escucha un quejido general. Es un ejercicio my pesado.
"Háganlo con gracia!" "Que no se vea el esfuerzo que hacen" "Tomense su tiempo, completen las 20"
1, *plop*, 2 *plop*, 3 *plop*... La mayoría parecen plumas subiendo y bajando mientras yo no puedo evitar pensar en los hipopótamos de Fantasía al verme haciendo el ejercicio en el espejo. Matty se acerca y me dice "Es un ejercicio muy pesado y estás muy fuera de forma, haz unos cinco". Le digo que si, me detengo un momento, respiro hondo y continuo, 4 *plop*, 5*plop*, 6 *plop*....siiete *plop*....ooocho *plop*... nnnnnueeeeve *plop*, diez! *plop!*
Matty se acerca y me susurra. Diez es mejor que cinco.

Aguanté hasta el final de la clase y no puedo creerlo. Solamente me corrigió la postura dos veces. Me acerco a la profe al final y le pregunto que si como me vio.
"Bien. Te voy a a dar unos ejercicios para que hagas y te estires más. Pero estuviste bien, muy alineada, con mucho control"
"Gracias profe!"
"Ahora lo único que necesitas es dejar de comer me dice" al tiempo que me da una palmada en el hombro "y ya verás como en un mes estás mejor"
"Si profe!" contesto, sueno casi casi marcial.

10 años haciéndole caso a mis maestros no son en balde. Se hace costumbre eso de que te digan salta y preguntar que tan alto. Especialmente con Matty. Luego porque me dió tendonitis.
Raquel tiene razón: Lo que bien se aprende nunca se olvida.

Le doy las gracias de todo corazón, me pongo los zapatos y me voy.

Comments

Cecilita said…
heyyy que onda, MALDITA, por qu� no me avisaste de las clases de baile!!!! ??? seguro te inscribiste en las tardias.!!
me gust� tu entrada,nunca te hab�a leido una tan larga,se nota que te pusiste sentimental con tu clase,(c�mo han pasado los a�os) te falt� comentar si caminabas chistocito y que tanto te dol�an los muslos al otro d�a de la clase.
sale nos vemos:P
Lady of Shalott said…
el martes en el trabajo me lo notaron cuando me levanté del escritorio. mi jefa me preguntó que si me dolían los pies o algo porque caminaba raro (como pollo espinado digo yo) y le conté y se rió de mi y le contó a cuanta maestra me veía caminar.
Los muslos no me dolían por enfrente sino por atrás, se sentía como si tuviera una varilla recorriéndome de las nalgas a las corvas. ouch ouch ouch. lo sentí más le miércoles durante los estiramientos.
Unknown said…
Hola compañero bloggero(a), este post ha sido seleccionado como lo mejor del mes de los blogs que suelo frecuentar.

Puedes leer el recuento aquí:
http://elmonoxoro.blogspot.com/2007/08/el-regreso-de-best-of-blogs.html

Un saludo.
Erich.
Lady of Shalott said…
a la madre! e smi primera vez en ttu lista
maripositas en mi estómago
neta.

*happy dance!* ☺
lafiebredelmono said…
esa cancion me gusta...

Popular posts from this blog

Movie-star sadness

De guapos y futbol