Está lloviendo
Y yo estoy encerrada en un cubículo sin ventanas.
Huelo la lluvia. Pretendo que la escucho caer.
Y quiero una ventana. Una ventana para tenerla abierta y escuchar la lluvia, y leer, y de vez en cuando levantar la vista del libro y ver la lluvia un rato.
Ayer que leía Chesil Beach era un día ideal para la lluvia, o más bien al revés, hoy es un día ideal para leer Chesil Beach.
También es un día ideal para sentarse en una mecedora, como toda una doñita sonorense, a ver la lluvia desde el porche de la casa, asi sin hablar, acompañada nada más por el chipi chipi de la lluvia y ric rac de la mecedora.
Si lloviera más y no trajera estos zapatos y no tuviera que guardar la compostura que corresponde a una maestra de planta del Tec, sería un día ideal para salir y chapotear en la lluvia. Saltar en los charcos y remojarse agusto y sentirse niña de nuevo.
Hoy quiero sentirme niña de nuevo.
Está lloviendo.
Y yo estoy encerrada en un cubículo sin ventanas.
Comments
No es lo mismo, claro, tú quisieras estar fuera del camarote pero supongo que para algo es la empatía.
Aquí lo tengo, tú dices y te lo presto.
(¿por qué pongo esto aquí si bien podría decírtelo por el msn?: es un misterio)
Si quiero que me lo prestes. Préstamelo.
Estás? Si estás voy, si no estás no quiero ir de oquis. Mándame una señal, de humo tan siquiera.
besos