Arca de Noé
Con eso de que vivo pegada al monte mi casa se las da de arca de Noé.
Aparte de que la Moca y yo vivimos en la casa, también tenemos de visitantes recurrentes a los gorriones gorrones--como al que está muy disimulado comiéndose las croquetas de la Moca en este momento-- y algún que otro gato maullador. Y de vez en cuando la casa se luce, como la vez que apareció un hurón en la cocina, o como el viernes que me las di de caza víboras y saqué una víbora de la sala.
La muy canija estaba muy aguuuusto tomando el sol a un lado de la ventana. Y la Casimira y la Moca histéricas.
Asi que ahi me ven tratando de atrapar al bicho ese al mero estilo Steve Irwin--culpo al Discovery Channel por enseñarme esas barrabasadas, luego por que se murió el caza cocodrilos--que por supuestísimo no me salió y terminé pescándola como pude de la cola--medía como unos 60 cm--y la saqué de la casa, entre los ladridos de la Moca, los gritos de la Casimira de "te va a morder!" y el ruido apresurado de mis pantunflas en el pavimento, para ir a tirarla al campo de futbol de a lado.
¡Ya se metió otro gorrión! No les digo, hagan de cuenta el arca de Noé.
Aparte de que la Moca y yo vivimos en la casa, también tenemos de visitantes recurrentes a los gorriones gorrones--como al que está muy disimulado comiéndose las croquetas de la Moca en este momento-- y algún que otro gato maullador. Y de vez en cuando la casa se luce, como la vez que apareció un hurón en la cocina, o como el viernes que me las di de caza víboras y saqué una víbora de la sala.
La muy canija estaba muy aguuuusto tomando el sol a un lado de la ventana. Y la Casimira y la Moca histéricas.
Asi que ahi me ven tratando de atrapar al bicho ese al mero estilo Steve Irwin--culpo al Discovery Channel por enseñarme esas barrabasadas, luego por que se murió el caza cocodrilos--que por supuestísimo no me salió y terminé pescándola como pude de la cola--medía como unos 60 cm--y la saqué de la casa, entre los ladridos de la Moca, los gritos de la Casimira de "te va a morder!" y el ruido apresurado de mis pantunflas en el pavimento, para ir a tirarla al campo de futbol de a lado.
¡Ya se metió otro gorrión! No les digo, hagan de cuenta el arca de Noé.
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