Galicia 0 gym 3

El miércoles me pusieron mi nueva rutina para este mes.

Todo iba bien: menos abdominales, menos pesas, más cardio; hasta que llegué a la parte de trabajo de pantorrillas.

Que me pone Mario en un aparato con cara de arado--by the way, clarito clarito me di cuenta que yo en ese aparato me veía igualita a los bueyes que jalan los arados-- y me dice "haz cuatro de 20, pero sin peso, así nomás porque vas empezando"

Y yo acá pensando "que padriurix, SIN peso, ahoritita acabo con las 4 de 20"
¡Ni madres!
El aparatoso aparato para pantorrillas pesa, así solito, como 15 kilos. Es una especie de vara doble que va sobre los hombros de las pobres víctimas e intenta aplastarlas, dejándolas sin más remedio que desgarrarse las pantorillas para tratar de elevar tremendo peso y poder ser libres.
Yo caí víctima suya el miércoles.
El jueves di clases 8 horas seguidas trepadísima en tacones. Para la tarde de ayer mis pantorrillas empezaron a encogerse como si estuvieran en shock, ya saben: posición fetal, hacerse bolita y mecerse por horas en la regadera; that kinda of shit.
Ayer en la noche ya no podía caminar derecha.
Hoy en la mañana apenas y podía caminar, derecha o torcida fue lo de menos.
Manejar fue horrible.
Y hoy regreso a la tortura.
Para los que desconozcan las máquinas de tortura del gym, aqui les dejó un dibujito explicativo.


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