Galicia VS las escaleras

Pensé que las escaleras de mi nueva casa no serían tan malvadas como las de casa de mis papás.
Error.
Me acabo de caer en las escaleras sin venir a cuento.
No sé como.
Nunca sé como me caigo por las escaleras.
Esta vez traía un cesto con ropa sucia, pequeño, que no me impide ver los escalones y aún así acabé con la rodilla golpeada, el meñique doblado y la cadera torcida para donde no debería torcerse: la cadera completamente de frente mientras mi pierna derecha quedó en ángulo hacia arriba y hacia atrás.
IT FUCKING HURTS WHEN I WALK.



Esta es una batalla que siempre, siempre, siempre pierdo.

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