Dinosuarios y box


Si hay algo que absolutamente aborrezco del embarazo es la retención de líquidos.
Puedo vivir con la estreñida, el acaloramiento constante, el sueño ninja, el estómago al que no le cabe nada, la caminada de pato, los gases sorpresa, las incipientes estrías,  las ganas urgentes y constantes de hacer pipí  para luego hacer mini chorritos ridículos, tener que dormir de lado a fuerza (porque boca arriba te ahogas y boca abajo es un imposible desde hace 3 meses), los comentarios de que grande la panza o que gorda yo; incluso puedo (más o menos)  tolerar  las sobadas de panza que, sin permiso ni advertencia,  invaden mi espacio personal por parte de personas que no son ni siquiera familia para andarse con esas confianzas; pero la retención de líquidos que me cargo desde hace rato NO la soporto.

La odio, machín, macizo, desde el fondo de mi corazón.

Si estoy parada mucho rato; zaz! me aprietan los zapatos y luego me duele caminar. Si estoy sentada mucho rato igual.  Mis pies mutan a partir del final de la espinilla y se convierten en pies de brontosaurio.  Igualitos a los de pie pequeño pero no tan lindos ni pequeños.

Si estoy escribiendo mucho rato en la compu, los dedos se me ponen como salchichas alemanas y me duele cerrar las manos al día siguiente. No me pongo anillos desde hace como 4 meses porque mis manos han decidido parecerse a guantes de boxeador.

Aparte que mi fineza motriz se ha vuelto inexistente.  Ya llevo 3 vasos y 2 platos rotos, y constantemente se me caen las llaves, la pluma, la ropa, el control, los cubiertos. Lo que agarre tiene un 50% de probabilidades de acabar en el piso y créanme que con esta panza agacharme a recogerlo resulta en una maniobra parecida a la de las jirafas cuando tienen sed.
Algo así pero no tan "elegante" ni "ágil" y con muchos bufidos de por medio 
Tampoco ayuda a mi odio profundo que para evitar la retención el doctor me haya recetado un polvo de proteína que sabe a peptobismol caduco mezclado con leche en polvo de hace 20 años y cemento apasco. PUAJ!

Me he estado tomando ese polvo "disuelto" (por algo digo que tiene cemento apasco) en leche desde hace una semana y media y me bajó un poco lo jurásica y lo pugilista. Al punto que me confié y ayer estuve sentada leyendo toda la mañana con los pies en  posapies para evitar que se me hincharan los pies. Para mediodía todo se veía bien, así que en la tarde me senté 4 horas  a trabajar en la tesis. Para las 10pm la hinchazón parecía mínima, así que me metí a bañar muy contenta y cual no sería mi horror al darme cuenta que mis pies empezaban a mutar. Entré a bañarme con pies humanos y salí con los pies dignos de un híbrido de Pedro Picapiedra y Dino.

Ayer canté victoria demasiado pronto.

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