Decálogo declaratorio: la maternidad y la crisis de la edad madura
Por medio de la presente quiero dejar constancia de los siguientes hechos:
- Que tengo 35 años y me siento vieja.
- Que me casé a los 28 (casi 29) y me sentía joven.
- Que fui madre por primera vez a los 30 (casi 31) años y me di cuenta que estaba vieja.
- Que fui madre por segunda vez a los 33 años y confirmé que la maternidad tardía pesa.
- Que antes de engrosar las filas del ideal social (matrimonio, casa, hijos) viví, viajé, reí y lloré , esto último poco y por tonterías.
- Que desde que soy madre sobrevivo, no viajo, rio menos y lloro más (aunque de esto culpo a mi orfandad)
- Que aproximándome a mis 36 siento una inminente crisis acercarse:
- siento como que mi vida todavía no empieza.
- a veces creo que mi vida empezará hasta que mis hijos sean grandes
- amo a mi hijos pero que a veces creo lo de la maternidad no es para mí.
- hago mi mejor esfuerzo para ser una buena madre y esposa pero, no estoy dando el ancho.
- siento como si todos hicieran algo interesante con sus vidas y aquí estoy yo, estancada en la rutina.
- no sé como salir de la rutina y me está volviendo loca.
- Que a veces despertar me cuesta y no sé si es el cansancio, la edad, el sobrepeso, o la tristeza.
- Que seguramente en un afán rebelde y tratando de recuperar mi juventud terminaré por hacerme hipster (o lo que sea que esté de moda) a los 50.
- Hijos míos perdonen ustedes la vergüenza que les haré pasar entonces, y sepan que los amaré siempre, me vista como me vista, escriba lo que escriba, me pinte o corté el pelo como lo haga. Tal vez nunca "agarre" juicio.
- Hijos míos, esposo mío, los amo pero hay veces que me desquician.
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